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Miércoles, 25 Mayo 2022 00:57

Hoteleros de Bahía recurren al chantaje político y mediático para no pagar licencias de bares y servibares Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

Acostumbrados a un paternalismo enfermizo y corrupto por parte de anteriores administraciones municipales, algunos hoteleros que son destacados miembros de la Asociación de Hoteles y Moteles de Bahía de Banderas, han iniciado una campaña política y mediática contra el actual Ayuntamiento que preside Mirtha Villalvazo –cuyo gobierno es emanado de Morena—para negarse a pagar el costo oficial de las licencias de operación de bares y servibares que hay dentro de sus establecimientos.

Por lo que se observa, la campaña la estarían patrocinando dos piezas claves dentro del sector hotelero del vecino municipio. A saber, el presidente de la Asociación de Hoteles, Jesús Carmona Jiménez y Alfonso Rizzuto, presidente y CEO de Marival Group, quienes pretenden acudir a la Ciudad de México para “quejarse” con el presidente Andrés Manuel López Obrador por “los malos tratos que les da la alcaldesa Mirtha Villalvazo”.

Agazapados detrás de sus escritorios ejecutivos, estos y otros hoteleros lanzan la piedra y esconden la mano, al presuntamente filtrar “información” tendenciosa a medios de comunicación --que han formado un frente contra la presidenta municipal porque no ha cedido a sus chantajes periodísticos—para comenzar a golpear al director de turismo del municipio, Jorge Alberto García, con el cuento de que el funcionario “ha comenzado una campaña de visitas para extorsionar a los establecimientos de hospedaje”.

Sin mencionar ninguna fuente, medios digitales como “Badeba Media” aseveran que el director de turismo del Ayuntamiento de Bahía se ha presentado a varios hoteles dizque para exigir un pago de permiso y licencia por cada servibar… “o de lo contrario –afirma quien escribió la nota desde el cobarde anonimato—amenaza con multarlos con un folio (sic) por 60 mil dólares”.

Y todavía van más allá con su campaña de calumnias, al asegurar que Jorge Alberto García “amenaza con el uso de la fuerza pública” a los hoteles.

Es tan burda esta campaña, que nadie en su sano juicio podría creer que un Ayuntamiento podría multar a un hotel con 60 mil dólares, que son algo así como un millón 140 mil pesos si el tipo de cambio estuviera en 19 pesos.

CALUMNIA QUE ALGO QUEDARÁ…

Sin embargo, se trata de mentir, de calumniar y de tratar de doblegar a la presidenta municipal para que les dé, a estos hoteleros, el mismo trato corrupto y paternalista que les daba, por ejemplo, el anterior alcalde, Jaime Cuevas, quien permitía que estos empresarios del hospedaje pagaran una cantidad irrisoria por las licencias de operación de bares y servibares (algunos no pagaban ni un peso), en detrimento de las finanzas del municipio.

Pero no crea usted que todo era de a gratis. No, por el contrario, mientras Jaime Cuevas permitía que los hoteleros burlaran el debido pago de las licencias, el señor presidente se daba vida de lujos en los establecimientos de hospedaje aglomerados en la Asociación de Hoteles y Moteles de Bahía de Banderas.

Una firma en particular –pero también otras—fueron muy generosas con Jaime Cuevas y todos sus invitados, funcionarios y recomendados, donde ellos se servían con la cuchara grande. Se trata de los hoteles Marival, cuyo dueño es uno de los que al parecer están detrás de la campaña contra Mirtha Villalvazo en este tema de las licencias, es decir, Alfonso Rizzuto, quien, por cierto, se quedó sin adulador profesional al fallecer el dueño del periódico Vallarta Opina, Luis Reyes Brambila.

SI LAS PAREDES HABLARAN

De hecho, es de fama pública que Jaime Cuevas no salía de los hoteles Marival, ahí comía y bebía opíparamente; ahí hacía sus reuniones privadas (¡ah, si las paredes del hotel hablaran!) y era su lugar favorito para convenciones, juntas de trabajo, etc.

A los hoteleros de Bahía de Banderas, luego entonces, solo les queda pagar el precio oficial de las licencias de bares, porque si continúan recurriendo al chantaje mediático y político, se van a topar con una alcaldesa que sí tiene pantalones y que no va a permitir que se sigan burlando y birlando las finanzas públicas.

Y si acuden a la Ciudad de México, como “amenazan”, esperemos que no les vaya a salir el tiro por la culata, ya que lo más seguro es que AMLO o algún funcionario menor los escuche, pero a la vez, les mande a hacer una revisión de su situación fiscal y jurídica. Si esto sucediera, varios se verían en situaciones muy embarazosas, en negros problemas pues, sobre todo aquellos que estafan a los trabajadores y burlan los beneficios de ley de su seguridad social, al pagarles con las famosas “Pagadoras”, cuyo sistema es conocido como outsourcing.

Para no ir muy lejos, desde hace tiempo se maneja una investigación en torno al primer hotel Marival de Bahía de Banderas, por un presunto fraude monumental en contra de personas que compraron propiedades (suites y departamentos) y luego los Rizzuto las convirtieron en cuartos de hospedaje de renta, sin respetar a los verdaderos dueños.

Sin duda, un tema que también podría abordar la presidencia municipal para atender a los afectados o brindarles asesoría jurídica y social.

Por esto y muchas cosas más, siempre hay que recordar que los patos nunca, pero nunca de los nunca, les tiran a las escopetas.

 

 

 

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