Para lograrlo, Morena debe hacer las cosas diferentes y dejar de postular a los mismos que han ocasionado las derrotas locales, abriendo el partido a liderazgos con experiencia y que han dado resultados electorales.
En el diálogo con militantes y simpatizantes de su movimiento, se comprometió aportar su experiencia para hacer que a Puerto Vallarta y a todo el estado le vaya mejor.
El astuto exsenador y varias veces diputado local, propuso crear dos programas complementarios de las políticas insignia del obradorismo: hogares fraternos y empleo y seguro solidario.
En el mismo sentido, se comprometió en erradicar la corrupción y privilegios que hoy impera en Jalisco. “Es un tema estructural y ningún gobierno ha querido cambiarlo”, señaló el morenista.
A pesar de ser el tercer padrón más importante del país, Morena no ha volteado a ver a Jalisco. Esto es natural, particularmente después de que en la ola obradorista no lograron triunfos locales. Para colocarlo en relieve: en 2018, la candidatura a la gubernatura obtuvo 670,301 votos menos que el presidente López Obrador.
Martínez ha demostrado un notorio cobijo político de adversarios e importantes relaciones con el gobierno federal, particularmente con la reciente visita del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Con un perfil como él, Morena podría combatir la narrativa oficial en el estado de colocar a la Cuarta Transformación como una amenaza e, incluso, tejer alianzas y gestar fracturas con otros partidos para sumarlos a su proyecto en las próximas elecciones.
A pesar de que no definió si buscaría la gubernatura del estado, sí hizo énfasis en la necesidad de triunfar en cada región, desde Puerto Vallarta hasta Villa Hidalgo; desde Mezquitic hasta La Barca.
Para cualquier persona, esto podría ser una pantalla, pero lo cierto es que desde 1997, Martínez no ha sido derrotado en ninguna de las elecciones en las que ha estado en una boleta.
Con esta gira en la que invitó al pueblo a despertar y motivarse, Chema es la primera corcholata y quizá, la que Morena necesita para dejar de ver a Jalisco como un estado perdido a uno que podría ser la puerta a un nuevo electorado y a más de un millón de votos que serán fundamentales para refrendar en el 2024.
