De acuerdo con el semanario, Antonio Echevarría García, gobernador de Nayarit, es uno de los socios de Grupo Octano, una empresa que opera 54 gasolineras en Nayarit –13 en Tepic, Michoacán y Jalisco. Según las actas disponibles en el Registro Público del Comercio (RPC), los accionistas mayoritarios de este grupo son las familias Gutiérrez Topete y Plasencia Moeller.
El extenso trabajo de Proceso indica que “una de las formas en que se favoreció a la élite del poder el sexenio pasado fue el otorgamiento de permisos de la Comisión Reguladora de Energía para operar gasolinerías. El círculo de funcionarios y empresarios cercano a Enrique Peña Nieto, familias de exgobernadores y líderes del PRI, así como el entorno de caciques sindicales, se apoderaron de buena parte de los más de 12 mil permisos que se repartieron entre 2015 y 2018”.
Hasta ahora, el gobernador de Nayarit no ha dado una explicación de cómo es que aparece como socio del Grupo Octano en 54 gasolinerías. Algunas de estas estaciones de servicio, por cierto, están ubicadas en Puerto Vallarta.
Si tomamos en cuenta el contexto del robo de hidrocarburo que puso al descubierto –en su magnitud desde luego—el presidente Andrés Manuel López Obrador, es de esperarse una investigación sobre Antonio Echevarría García, toda vez que es precisamente en Nayarit Jalisco y Michoacán, donde se han detectado bandas de huachicoleros y venta clandestina y no clandestina, de gasolina de procedencia ilícita.
En Bahía de Banderas, por ejemplo, una de las familias que podría ser investigada por la presunción de compra de hidrocarburo robado, es la de la ex sindico del Ayuntamiento de ese municipio, Mónica Saldaña, toda vez que hay supuestos en que su hermano de nombre Ramón Saldaña, adquiría combustible de dudosa procedencia para operar las máquinas que usa en la criba propiedad de la misma familia.
La criba era propiedad del político y empresario Ramón Saldaña Morones, quien murió de una enfermedad terminal en el año 2011, pero su hijo del mismo nombre se hizo cargo del negocio, y fue él quien presuntamente se allegaba pipas con combustible robado para que la criba siguiera funcionando.
De hecho, se sabe que en alguna ocasión agentes federales acudieron a la criba de los Saldaña un día por la noche y detuvieron a Ramón Saldaña chico, quien después fue liberado al intervenir su madre Irma.
Hoy, el que está en el ojo de las autoridades es el junior gobernador de Nayarit, quien por prudencia debería informar al pueblo nayarita cómo es que se hizo socio de tal número de gasolinerías en tres entidades del país.