A través de una denuncia anónima hecha llegar a este medio, varios de los internos del centro de readaptación señalaron que, salvo los filtros que existen para que familiares que llevan comida accedan al penal, no hay más, toda vez que adentro del reclusorio las medidas sanitarias son prácticamente nulas y existe una enorme preocupación entre los reos por la propagación del coronavirus, pues si alguien se contagia, lo dejan a su suerte y solo le dan medicamentos que son placebos, pero que no garantizan un rápido alivio.
Comentaron que en los últimos días se ha sentido una ola de contagios, y muchos no saben si están realmente enfermos de covid-19 o tienen un simple resfriado, ya que las autoridades del penal no hacen pruebas cuando se necesitan.
“Encerrados como estamos, solo nos queda a esperar la muerte en caso de contagiarnos”, comentó uno de los quejosos, por lo que piden apoyo de la comunidad y de las autoridades para que intervenga la Comisión Estatal de Derechos Humanos y vean la situación en que viven decenas de presos.
Lo mismo pasa en el área de mujeres, hay muchas que están enfermando y no hay una atención temprana; no hay quien abogue por ellas, las abandonan, subrayaron.
