Superada su etapa de malos entendidos y ríspida relación con el líder del sindicato más poderoso de trabajadores en Jalisco y Vallarta, Rafael Yerena Zambrano –con quien ya se sentó a dialogar y a madurar el proyecto político--, Andrés González Palomera sólo tiene enfrente del camino a sus propios correligionarios, quienes serían los más proclives a una traición grupal o personal.
Desde luego, el gobernador Jorge Aristóteles será determinante en palomear al candidato de unidad que habrá de lanzar el PRI en la contienda electoral del próximo año, pero si nos remontamos a las negociaciones que se hicieron en el primer semestre del año 2012, donde Aristóteles prometió que Andrés sería el siguiente candidato priista, entonces no habría razones de qué preocuparse en el equipo del señor González Palomera.
AFINANDO EL DEDO
Sin embargo, el mismo gobernador ha jugado con los “candidateables” de Puerto Vallarta y así como comenzó dándole todo su respaldo y coqueteo al Director del Seapal, César Abarca Gutiérrez, así también ha apapachado con demasía al diputado local, Gustavo González Villaseñor; ya no se diga los arrumacos que le hace al legislador federal, Rafael González Reséndiz.
Todavía el año pasado nadie podría descifrar hacía dónde iban las simpatías de Jorge Aristóteles, ya que según el humor con que amaneciera le hacía buena o mala cara a sus prospectos de Vallarta. Un día parecía que el “bueno” era César Abarca, otro día Gustavo y al tercer día todo parecía indicar que su candidato era Rafael González Reséndiz, mientras que a Andrés González Palomera lo dejaba olvidado, abandonado a su suerte, entregándole una austera oficina de representatividad gubernamental de Casa Jalisco en el edificio de la Unirse.
De hecho, hasta febrero de este 2014 y por supuesto todo el año anterior, cualquier observador político podría pensar que Andrés González Palomera estaba olvidado de la mano del gobernador, relegado a segundo o tercer plano, que los que verdaderamente estaban repuntando eran los dos diputados y César Abarca.
Sin embargo, con la entrada de marzo Andrés tomó nuevos bríos, recuperó el color y ahora sí le están dando juego en todos los eventos políticos, públicos y privados y él mismo está dando un giro de 180 grados para pasar de una actitud pusilánime a una intensa actividad que nos recuerda al Andrés que vimos en 2011 y los primeros meses del 2012 y más allá, aquella beligerancia política que se le observó cuando perdió la interna del PRI por las marrullerías de Javier Bravo.
LOS MUCHACHOS SUELTOS
Entonces, por lo que se ve, Jorge Aristóteles ya dejó sueltos a sus muchachos, mientras que Rafael Yerena Zambrano ya está convencido de que el mejor prospecto a la presidencia municipal es Andrés González Palomera. Al menos eso es lo que se observa.
Los muestreos que tienen en el escritorio los jefes del PRI dan muestra clara de la rentabilidad electoral de Andrés González Palomera, pero han sido muy cuidadosos en no filtrar las encuestas a los medios para evitar enojos y divisionismo.
Pero como señalamos líneas arriba, en estos momentos el principal obstáculo de Andrés para llegar a buen puerto lo representan sus propios “amigos”, esos que no dudarían ni un segundo en ponerle un pie en la cabeza para salir del pozo y convertirse en candidato priista en vez del vallartense de Vallarta.
En corto, todos los aspirantes afirman que sólo un candidato de unidad podrá llevar al PRI a la victoria y recuperar Vallarta para el tricolor; y también han dicho que van a jugar sus cartas con Andrés González Palomera, pero del dicho al hecho hay mucho trecho y más de uno podría rajarse en el corto camino que existe de aquí al 2015.
POR LAS DIPUTACIONES
El inusual activismo tanto de Gustavo González Villaseñor, como de Rafael González Reséndiz y César Abarca, parece encuadrar en este escenario, pero insistimos, los tres parecen estar convencidos de que jugarán su capital político al ciento por ciento con Andrés, de ahí que el proyecto político de González Palomera parece ya tomar forma y despegar poco a poco mientras se acercan las fechas de las definiciones.
Es claro que tanto Gustavo como Rafael González Reséndiz están trabajando para aumentar su capital político y como se ven las cosas, es muy probable que Rafa sea candidato a diputado local, mientras que Gustavo puede ser lanzado para legislador federal, un simple axioma de enroque que tiene preparado el PRI para este 05 Distrito.
La contienda próxima no será nada fácil para los tricolores, sobre todo porque la mayoría le tiene un pavor enorme al actual presidente municipal de Puerto Vallarta, Ramón Guerrero Martínez, El Mochilas, quien muy probablemente sea candidato del Partido del Movimiento Ciudadano (MC) a la diputación local.
Para Rafael González Reséndiz sería como sacarse la rifa del tigre, ya que tendría a un contendiente que fácilmente le ganaría los votos de Puerto Vallarta y si tomamos en cuenta que el 05 Distrito Electoral se redujo en tres municipios menos, realmente sería muy peligroso enfrentarse al Mochilas.
Sin embargo, el hijo mayor de Rafael González Pimienta ha demostrado que sabe trabajar cualquier campaña política y podría demostrar que tiene los arrestos para sacar adelante cualquier proyecto si de buscar votos se trata, por lo que sería muy interesante ver en una contienda electoral a Ramón González y a Rafa González.
GUSTAVO, CON MEJOR ESCENARIO
Por su parte, Gustavo González Villaseñor tendría en apariencia una campaña más tranquila y casi segura en caso de ser candidato a diputado federal, ya que en el Movimiento Ciudadano le están apostando a un debilucho candidato en la figura del actual regidor, Luis Ernesto Munguía González, quien sería algo así como un monigote expuesto a que le peguen en la prensa todos los días por su larga, muy larga cadena de anécdotas que van desde meterse sexualmente con menores de edad, hasta el hostigamiento a niñas de secundaria, sin pasar por alto sus múltiples borracheras y escándalos públicos.
Obviamente Gustavo tiene su rosario de errores y su caja de pandora a cuestas, pero en lo político, en las preferencias electorales, creemos que Luis Ernesto Munguía sería un cacahuate fácil de comer, por lo que los Alfaro, los Enriques Ibarra y los Hugos Luna deberían poner más atención en las personas que vayan a elegir para ser sus abanderados.
Algunos presumen que Luis Munguía tiene estructura de jóvenes y la verdad, siendo realistas, es sólo un club de Tobi el que comanda y que no le servirían ni para ganar la presidencia de su colonia.
Quien sí arrasaría en una votación, hay que reconocerlo, es El Mochilas, quien sigue manteniendo su clientelismo electoral, cuya masa de simpatizantes casi está intacta, si acaso disminuida en algunos puntos como el centro de la ciudad, pero de ahí en más no; prácticamente sería invisible como candidato a cualquier puesto de elección popular, al menos de aquí al 2015, ya que está haciendo un trabajo muy inteligente en las colonias.
La mesa está puesta, sólo fala concretar los acuerdos y esperar la hora de las definiciones.
Una cosa es cierta, nadie tiene asegurada la candidatura, del plato a la sopa se cae la sopa, que nadie se auto candidatee ni presuma tener en la bolsa el nombramiento, pues hemos visto infinidad de tropiezos que llegan a frustrar la existencia de muchos.
Por lo pronto… ¡Hagan sus apuestas!
