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Miércoles, 12 Abril 2023 01:27

Luis Munguía… El laberinto del fauno Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

En la antesala de sepultar su carrera política por “errores de juventud”, el vallartense Luis Ernesto Munguía González acaba de recibir un duro golpe al ser prácticamente destituido como presidente (o dirigente, que es lo mismo) del Comité Directivo Estatal del Partido Verde Ecologista de México en Jalisco y en su lugar nombraron al diputado federal con licencia, Antonio Ramírez; aunque después disfrazaron tal desconocida al difundir que en realidad se trataba de un nombramiento de “encargado electoral” (figura que no existe) para el proceso electoral que se avecina en 2024.

Sin embargo, el puñetazo vino desde las entrañas del Partido Verde, que es donde cohabita el ‘dueño’ de la franquicia verde en la entidad, Enrique Aubry De Castro Palomino, quien s e cansó de las versiones que indican que Luis Munguía se la ha pasado “vendiendo” y prometiendo candidaturas en al menos 90 municipios jaliscienses y que negocia con especial interés aquellas que tienen como objetivo las alcaldías.

ANSIAS ONÍRICAS

La sacudida entonces vino de la mano de Enrique Aubry y su mensaje tenía destinatario, por lo que vienen días difíciles para Luis Munguía, un vendaval que podría dejarlo fuera de toda jugada política y acabar para siempre sus ansias oníricas de convertirse algún día en presidente municipal de Puerto Vallarta.

Y es que el porrazo que le acaba de dar la mano verde que mece la cuna en Jalisco –como golpe de bat--, es solo el primer misil cargado con nitrito tolueno que le explota en las manos al también regidor del pleno del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, pero algo todavía muy ligero en comparación con lo que le sigue, con lo que le va a tronar al ex diputado federal en los próximos días, quien ya debería estar pensando en que si las cosas se van a poner feas, tenga la plena seguridad de que se van a poner peor.

EL FAUNO

El fauno es un ser mitológico que entre sus “virtudes” y “capacidades” está la lascivia, un “don” que ha llevado a Luis Munguía a su perdición con respecto a la relación que ha tenido con varias mujeres y cuyos casos de violencia no solo se han hecho públicos, sino que han sido denunciados penalmente y todavía más grave, se han judicializado en la fiscalía.

Son por lo menos tres casos de violencia de género, golpes y lesiones los que trae colgados Luis Munguía sobre sus espaldas, como si fuera la mismísima losa que cargaba El Pípila, muy, pero muy pesada para no ser verdad.

El antecedente nada agradable de esos “errores de juventud” es la denuncia que hizo la jovencita Angelica Harris –hija adoptiva de la ex regidora Elisa Ramírez—por varias golpizas que le habría propinado Luis Munguía en su época de universitario, novio e incipiente político.

El caso fue bastante difundido, manoseado y manejado en las redes sociales, pero la denuncia quedó en los archivos muertos, entre otras cosas, porque Elisa Ramírez intervino para no afectar de manera directa a Munguía. Atrás de la férrea defensa de Luis siempre estuvo otro personaje nefasto que solo hizo negocios en Puerto Vallarta sin importarle la integridad de la jovencita Harris, nos referimos al ex presidente municipal naranja, Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido en el bajo mundo de la política como “El Mochilas”.

Los meses pasaron, también los años y Luis Munguía siguió tarareando la canción de Joaquín Sabina, esa que dice que ‘desnudos al amanecer nos sorprendió la luna’; toda vez que no tardó en meterse en otro lío de faldas, esta vez con una joven de nombre Xiadani Z (que por cierto, fue rescatada por el desaparecido Salvador Llamas y labora en Seapal) a quien se llevó a trabajar como su “asistente” en el congreso del Estado mientras fue diputado local, sin importarle que era su novia, casi, casi su concubina, pues vivió con ella por alrededor de ocho años.

XIADANI, LA PEOR DE SUS PESADILLAS

Así las cosas, sabemos que Xiadani interpuso una denuncia por violencia de género, pero esta vez con pruebas de agresiones no solo psicológicas, sino también físicas, por lo que en estos días una juez del Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) de la fiscalía regional está por llamarlo a comparecer.

El caso se puede complicar para Luis Ernesto Munguía por las pruebas que –ha trascendido-- aportó la muchacha y, aunque el propio Luis trató de desacreditarla alegando que la denuncia tenía un trasfondo político y que la estaban utilizando (desde Morena) para golpearlo, lo cierto es que dichos trascendidos indican que las evidencias son tan fuertes, que podrían dejar sin futuro político al señor Munguía, en caso de que le suspendan sus derechos.

Muchos observadores apuestan a que la fiscalía le tiene cociendo un pollo a fuego lento a Luis Munguía y que es cuestión de tiempo para que la Carpeta de Investigación termine en un acto de vinculación contra el imputado, en cuyo caso, es muy probable que la juez que tome el caso imponga medidas cautelares ejemplares, y una de estas podría sería precisamente la suspensión de sus derechos políticos.

EL LABERINTO

Otros llegan a esta conclusión, porque, como El Fauno, Luis Munguía está encerrado en su propio laberinto, pero el de Luis es un pasadizo de agresiones contra las mujeres, un túnel oscuro donde difícilmente va a encontrar una salida digna, en virtud de que hay por lo menos otras cuatro femeninas que habrían sido novias del ex diputado federal y que también sufrieron violencia física y psicológica y que –quizás, solamente quizás— probablemente se animen a hablar una vez que la larga mano de la justicia alcance al regidor vallartense.

Por lo pronto, hay signos que indican que la carrera política de Luis Munguía está llegando a un punto de inflexión y que la cuerda floja está a punto de reventar, justo cuando va a la mitad de intentar cruzar un edificio del tamaño del Empire Estate.

 

 

 

 

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