Por el momento –todo puede cambiar según las circunstancias políticas—los punteros son el ex alcalde naranja, Ramón Demetrio Guerrero, mejor conocido como El Mochilas, con el 25 por ciento de las preferencias de los militantes; seguido de cerca por el actual director de la Delegación Regional de la Secretaría de Educación (DRSE), Víctor Bernal Vargas, con el 18 por ciento; y un poco más atrás se ubica Susana Rodríguez Mejía –representante del gobernador Enrique Alfaro en Vallarta—con el 15 por ciento de las simpatías para ser alcaldesa de este municipio.
Por increíble que parezca, Ramón Guerrero se coló y es el que tiene más posibilidades de ser el candidato del MC en Puerto Vallarta. Entre otras cosas, por la ausencia de liderazgos que prácticamente se hicieron ojo de hormiga después de la derrota en las elecciones del 2021.
Ante semejante boquete político (nadie retomó las riendas del MC) Ramón Guerrero vio campo abierto y regresó a Puerto Vallarta con un activismo inusual que le ha rendido frutos por las simpatías que ha obtenido entre la militancia naranja, al grado de ponerlo con 25 puntos arriba de todos los aspirantes a la alcaldía vallartense; de hecho, le saca siete puntos a Víctor Bernal.
LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE
Sin embargo, nada está definido todavía, ya que la candidatura del MC se va a definir una vez que el partido naranja elija a su abanderado a la gubernatura, que podrían ser Clemente Castañeda o Pablo Lemus.
Bajo este escenario, no hay que perder de vista que el candidato a gobernador del MC va a depender de quién lance Morena al ruedo para esta elección, ya que si la dirigencia naranja (llámese Enrique Alfaro o Dante Delgado) observa que Morena impone un candidato débil, es casi seguro que el bueno sea el actual senador Clemente Castañeda.
Pero, si Morena selecciona a un candidato fuerte como podrían ser Chema Martínez o Carlos Lomelí, entonces la carta fuerte del MC sería Pablo Lemus.
Todo lo anterior va a repercutir en Puerto Vallarta y los demás municipios, ya que quien sea candidato a gobernador por el MC, va a cuidar las formas para no pasar por alto la paridad de género; y no se descarta la posibilidad de que, en este destino turístico, la candidata sea una mujer.
Por ahorita, la única en la lista y que puede crecer más, es Susana Rodríguez Mejía.
Como señalamos antes, nada está decidido y todo se vendrá en cascada una vez que esté definido el candidato a gobernador (después del 13 de octubre), toda vez que el llamado “Grupo Vallarta” –sin aparecer todavía en las encuestas internas del MC—ya tiene listo a su precandidato, en la persona del actual regidor Diego Franco.
En este contexto, no hay que pasar por alto los errores políticos cuyas facturas se cobran muy, pero muy caras. Por ejemplo, el “Grupo Vallarta” ya cometió dos yerros al interior de su propio partido. Primero, al mandar golpear (¡otra vez ¡) mediáticamente a Víctor Bernal Vargas y segundo, al no invitarlo al “destape” de Diego Franco.
Lo peor fue el gesto de mal gusto que se aventaron el jueves pasado durante una comida con periodistas en el rancho de Diego Franco, donde “destaparon” a Víctor Bernal para la diputación local sin que él estuviera enterado de tal aspiración. Es decir, ellos, los del “Grupo Vallarta”, acomodaron sus piezas a su modo y sin pedir permiso, parecer u opinión a Víctor Bernal, lo lanzaron como supuesto candidato a legislador local, lo cual es totalmente falso.
Así las cosas, el “Grupo Vallarta” afirma que va a jugar con Diego Franco para presidente municipal; con Giorgio Quintero para diputado federal y Víctor Bernal (que lo niega y desmiente) para diputado local.
Ah, y ya preparan a la regidora Lupita Guerrero –perdedora del MC en la elección pasada—como coordinadora de la campaña de Diego Franco Jiménez.
Y uno se pregunta: ¿Pues a qué están jugando?... ¿Otra vez el Mochilas les va a comer el mandado?
