El martes de la semana pasada, el periódico Mural de Guadalajara publicó dos notas en primera plana, donde denuncia que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene detenida la construcción de 22 complejos inmobiliarios que, a decir de los afectados, suman inversiones por mil 575 millones de dólares.
El rotativo señala que a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente comenzaron a clausurar estos desarrollos inmobiliarios desde al año 2021, pero que todo se agudizó en el 2022, con la llegada a la delegación Jalisco de la Semarnat del licenciado Raúl Rodríguez, quien la emprendió contra todas las empresas que estaban construyendo condominios, fraccionamientos y desarrollos turísticos.
LAS CLAUSURAS
El argumento de la Semarnat para detener estos desarrollos, fue que no contaban con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) –un permiso que otorga el gobierno federal--; y aunque le explicaron al delegado Raúl Rodríguez que todos los complejos inmobiliarios estaban en áreas de no impacto y que, por lo tanto, no era necesario tener la MIA de acuerdo con la ley, al funcionario no le importó caer en la ilegalidad y ordenó detener estas inversiones con sendas clausuras.
Pero todavía más explícito, uno de los empresarios perjudicados por la Profepa y la Semarnat, Miguel Tejeda --quien tiene un desarrollo detenido en Conchas Chinas-- dijo al diario Mural que la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente establece en su artículo 28 un total de 13 obras y actividades que requieren una MIA.
La número 9 –agrega el periódico—hace referencia a “desarrollos inmobiliarios que afecten los ecosistemas costeros”, pero de acuerdo con los desarrolladores, no aplica en ninguno de los 22 inmuebles clausurados con mala intención por la Profepa.
Sin embargo, para ceder a las presiones del delegado estatal de la Semarnat, los empresarios decidieron tramitar el permiso de la MIA --que les cuesta unos 20 mil pesos--, pero Raúl Rodríguez se las ha negado una y otra vez; es decir, en el fondo existe la intención de detener –a costa de lo que sea—las inversiones inmobiliarias que, tan solo en materia de impuestos que deberían entrar al Ayuntamiento de Puerto Vallarta, representan más de 100 millones de pesos.
En una parte de la nota de Mural, Miguel Tejeda comentó lo siguiente: “Pensamos que detrás de esto hay algún interés diferente, porque está muy extraño”.
LO QUE NO DIJO MURAL
Hasta ahí algunos datos que tomamos de la nota de Mural; pero nosotros quisimos profundizar más en el tema y nos hemos topado con sorpresas mayúsculas del por qué el delegado de Semarnat está empecinado en afectar a los desarrolladores inmobiliarios de Puerto Vallarta y el por qué se niega a levantar las clausuras.
Resulta que –como ya lo revelamos en otro artículo—Raúl Rodríguez fungía como abogado de la Asociación de Vecinos de Conchas Chinas, y que incluso sigue asesorando a esta agrupación de colonos, cuyo director es, ni nada más, ni nada menos, que un ciudadano estadounidense, oriundo del estado de Texas, de nombre Jeff Wright (en la fotografía), el verdadero enemigo de las inversiones inmobiliarias en Puerto Vallarta.
De acuerdo con versiones de los desarrolladores afectados, Jeff Wright es quien está detrás de las campañas de desprestigio contra los empresarios que desde hace varios años decidieron invertir en el ramo inmobiliario y que hoy están paralizados por el intervencionismo de este extranjero.
Y es que a Jeff Wright no le gustó que Puerto Vallarta continuara su desarrollo normal, él solo quería tener sus bienes inmuebles en Conchas Chinas y que nadie más construyera otros, como si nada más él tuviera derechos y los mexicanos, en su propia tierra, no.
LA MANO QUE MECE LA CUNA
Así las cosas, un día Jeff Wright hizo alianzas con el abogado Raúl Rodríguez, quien a su vez contactó a la periodista Susana Carreño, para emprender toda una campaña negativa en contra de las inversiones inmobiliarias, al grado de que entre los desarrolladores se comenta que el gringo Jeff es quien financia este movimiento en perjuicio de decenas de empresarios del ramo y también en contra del interés público, ya que por las clausuras no son cientos, sino miles los trabajadores afectados.
La molestia es mayor entre estos inversionistas, porque presumen que el gringo Jeff Wright también habría financiado los viáticos de todo tipo a la señora Susana Carreño para que acudiera a las conferencias de prensa matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, para “denunciar” supuestos actos de corrupción.
En la Ciudad de México, Susana Carreño conoció a la actual secretaria del medio ambiente federal, María Luisa Albores González, quien le ofreció ser delegada en Jalisco de esa dependencia, pero la también locutora declinó dicha invitación por asuntos de trabajo. No obstante, la señora Carreño propuso que el nuevo titular del medio ambiente en la entidad fuera Raúl Rodríguez, con lo que se completó el equipo idóneo para dañar a Vallarta y a los desarrollos inmobiliarios.
EL EQUIPO DEL GRINGO
Por un lado, el gringo Jeff Wright los apalanca, y por el otro, colocan en Semarnat Jalisco a Raúl Rodríguez –que, como señalamos, es asesor de la Asociación de Vecinos de Conchas Chinas—y con este hecho consumado, la agarran en contra de todo aquel desarrollo que a ellos (pero sobre todo al texano) no les guste.
El equipo del gringo Jeff Wright iba por más, ya que también intentaron cooptar a los periodistas agrupados en la llamada Red Periodística que promovió Susana Carreño, para que se sumaran a la campaña contra los desarrolladores inmobiliarios, pero al ser descubiertas las negras intenciones, algunos reporteros renunciaron a dicha Red y otros de plano ya la olvidaron.
Hoy, la crisis inmobiliaria en Puerto Vallarta está en su punto más álgido, desde 2021 las ventas se han desplomado, causando estragos en los ingresos municipales. El impacto humano es desolador, más de cuatro mil 400 trabajadores se encuentran desempleados, junto con una cadena de contratistas y proveedores afectados.
No solo eso, sino que la confianza de compradores nacionales y extranjeros se ha evaporado; Vallarta enfrenta una fuga en este sector.
La corrupción en la Semarnat Jalisco es un lastre para el destino, ya que el licenciado Raúl Rodríguez revela abuso de autoridad y conflictos de interés claros.
En este contexto, cabe precisar que el director de la Asociación de Conchas Chinas, Jeff Wright, ha tejido una red de influencias y corrupción al haber “nombrado” abogado ambientalista a Raúl Rodríguez, como delegado de la Semarnat. Entre empresarios del ramo se habla que la corrupción de los cientos de miles de dólares que ha invertido el extranjero para que bloqueen las autorizaciones ambientales, ha sido evidente.
Lo más grave es que en La Mañanera se está mal informando al presidente López Obrador de lo que realmente está ocurriendo en Vallarta.
El escenario no es nada halagador, la lucha por el futuro de Puerto Vallarta está en su punto más crítico; todas las inmobiliarias enfrentan problemas de ventas, el Ayuntamiento está dejando de percibir ingresos millonarios por estas clausuras y miles de trabajadores de la construcción están desempleados.
Todo, fomentado por la corrupción y ambición desmedida de Jeff Wright, un extranjero que en México viene a imponer sus reglas, se quejan los afectados.
