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Miércoles, 20 Agosto 2014 01:33

Los abusos CFE-Benjamín López

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Algo tendrá qué hacer el Director General de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza para detener la ola de abusos, robos y atropellos que se cometen desde la Superintendencia Zona Puerto Vallarta --bajo responsabilidad de Benjamín López—contra usuarios indefensos a quienes amenazan con cortarles el suministro eléctrico por supuestas fallas en los medidores.

 

 

La cuadrilla de abusivos trabajadores de la CFE ahora cayeron en Costa Coral, en Nuevo Vallarta en el municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, donde con la clara intención de sacar dinero, intentan extorsionar a algunos consumidores a quienes asustan con que tienen que pagar multas estratosféricas debido a que el medidor “presenta irregularidades”

 

Y no es una persona, son varios ciudadanos que han tenido la mala experiencia de que se les presenten en su puerta empleados de la CFE para “informarles” que tienen que acudir a la Superintendencia en Vallarta para aclarar su situación, ya que como el medidor registra fallas, deben de pagar hasta 50 mil pesos o de lo contrario se verán obligados a cortarles la luz.

 

Esto le sucedió, por ejemplo, a la señora Leticia Gómez Madrigal, a quien le dijeron que tendría que pagar casi 50 mil pesos por un posible perjuicio de su medidor en contra de los intereses de la CFE.

 

Otros usuarios, comentaron a VALLARTA UNO que

Trabajadores asignados a la superintendencia zona Vallarta y Bucerías se han dedicado a extorsionar a residentes de Bahía de Banderas, haciéndolos creer que han sido sancionados por la CFE con multas hasta por 50 mil pesos; sin mostrar los documentos oficiales donde se desglosen los detalles y razones técnicas de las multas.

 

La señora Leticia Gómez Madrigal con domicilio en Circuito Agua Marina No. 31 en Bahía de Banderas (No. de servicio CFE 494040602375) fue notificada que su medidor presentaba fallas; situación que hizo presumir a los verificadores de la CFE un posible perjuicio en contra de la Comisión. Unos días después informaron a la madre de familia que la multa ascendía a $49,030 pesos.

 

Tras ello, dice la señora Gómez, los trabajadores de la CFE la traen a vuelta y vuelta. En dos semanas ningún servidor público ha sido capaz de darle un documento oficial que fundamente la sanción. Desesperada, la madre de familia está decidida a presentar una denuncia en la PROFECO; sin embargo no existe motivo para presentarla, pues la multa no se ha materializado.

 

A pesar de ser un usuario con un historial de pagos impecable, ya le cortaron la luz. "Siempre he pagado la luz puntualmente y jamás había tenido un problema parecido" señaló. Sus vecinos sospechan que los verificadores de la CFE trabajan en contubernio con otros empleados, inventando fallas y aplicando multas para intentar sacar dinero a los consumidores.

 

En tan solo una sola calle del Fraccionamiento Costa Coral, se detectaron tres casos similares que desnudan el cinismo e ineptitud de cuadrillas que peinan las calles en busca de medidores con presuntas anomalías, con la consigna de aplicar multas estratosféricas. Los vecinos de Costa Coral exigen más sentido común y respeto por el consumidor.

Piden una profunda investigación al Director Nacional de la CFE, Enrique Ochoa Reza para detener a los malos servidores públicos de la CFE y ponerle un alto al Superintendente de la Zona Vallarta, Benjamín López Estrada, ya que en él recae la responsabilidad del mal actuar de los empleados.

Pero el hostigamiento contra los consumidores sigue y se da todos los días, ya que en otro caso denunciado por VALLARTA UNO sobre la persona que tiene el número de servicioR.P.U. 494110503361 y que rentaba un pequeño local comercial, lo multaron con nueve mil 917 pesos dizque por un falla de medición, pues el registro (medidor) estaba sin engranar.

 

Por esa supuesta falla, los técnicos supusieron que del 08 de mayo del 2012 al 15 de mayo del 2014, “le hayamos facturado menor energía a la que realmente consumió, razón por la que hemos calculado un ajuste a su facturación que arroja una diferencia de nueve mil 917 pesos”.

 

Como no tuvo para pagar la sanción, le cortaron el suministro de energía en su negocio y ya no pudo seguir trabajando.

 

Este usuario, por haber ventilado su caso en un medio de comunicación, sufrió una venganza por parte de la CFE, ya que fue citado por un abogado de la empresa paraestatal para decirle que el superintendente estaba enojado y preocupado por lo que había salido en la prensa, por lo que ahora tenía que pagar a fuerza dicha multa inventada.

 

Le dijeron que tenía la opción de hacer un convenio para pagar a plazos dicha multa, pero que tenía que llevar un aval que comprobara que era dueño de un bien inmueble y copia de las escrituras para poder acceder a dicho “beneficio”. Como esta persona no pudo conseguir el aval, decidió cerrar su negocio, pero días después, llegaron técnicos de la CFE hasta su domicilio particular para cortarle también la luz en su departamento.

 

Antes, el mismo abogado, con ese cinismo que suelen tener algunos burócratas, le propuso al usuario afectado que pidiera un préstamo en Banco Azteca para que pagara la multa y se quitara de problemas.

 

A este usuario no le quedó de otra que conseguir el dinero y pagar la multa que nunca fue sustentada ni legal ni técnicamente, ya que de otra manera no le reinstalarían la luz en su vivienda, en donde no tenía ningún adeudo.

 

Los atropellos de la CFE vienen del ingeniero José Guadalupe Pérez Isiordia y es solapado por el superintendente de la zona Vallarta, Benjamín López Estrada, quienes mediante un “programa de verificación de suministros”, envían a la calle a técnicos prepotentes que sin ningún aviso previo llegan a domicilios particulares y comercios en general para “detectar” anomalías y posteriormente le dejan a los indefensos usuarios multas estratosféricas de varios miles de pesos, sólo porque ellos presuponen que el usuario estuvo consumiendo energía de más y que por esa razón la CFE le facturó menos dinero, por lo que de inmediato le hacen un cálculo de hasta dos años atrás y le advierten que tiene un plazo de tres días para aclarar el asunto o en su defecto, liquidar el adeudo cuanto antes, so pena de cortarle el suministro.

 

Los usuarios que han acudido a la PROFECO en Puerto Vallarta, en lugar de ser auxiliados y asesorados, sólo reciben banas promesas, pero nunca les solucionan nada y mientras tanto, son cada vez más las víctimas de la Comisión que, o las dejan sin energía eléctrica o las dejan con los bolsillos vacíos.

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