Desde hace semanas nos enteramos que el regidor trae pleito casado con un sector de la militancia panista. La poderosa razón de ese distanciamiento se originó cuando apenas el regidor se decidió por el periodista Alan Yamil para llevarlo a ser su asistente.
Naturalmente, no atestiguamos personalmente el encontronazo del martes del regidor con los panistas. Con frecuencia le reclamen el pago ya de la cuota que cualquier militante que ostente un cargo de representación popular. Por ahí le pegaron el martes y como siempre, el regidor exigió lo mismo, que le ayuden en agilizar el trámite de adquirir al estatus de “militante activo”.
Lo que sabemos es que el regidor Saúl López Orozco no se ha negado a pagar el diez por ciento de la cuota de su salario, la cual todo regidor, diputado, alcalde, senador, debe aportar al PAN. Dicha cuota aplica para de manera automática a cualquier militante. La salvedad en este caso, y a eso apeló el regidor, es el cansado trámite del partido para él y para quien haga trámite de adquirir la militancia.
Cuando era acorralado, a botepronto respondió con el ofrecimiento de sufragar el costo para impermeabilizar el edificio del partido. Le cotizaron poco más de 70 mil pesos. Ese monto está por encima del total de la cuota obligatoria a pagar de octubre a la fecha.
El ofrecimiento de hacerse cargo del mantenimiento del edificio es un gesto de Saúl López Orozco para dejar constancia que él no tiene intenciones de eludir la cuota. Aun así, reiteró su exigencia al dirigente local, Ricardo Ponce Ibarría de ayudarle a acelerar ante el Comité Directivo Estatal y se le reconozca como militante activo.
Apenas se supo que López Orozco sería el candidato a la alcaldía y al interior de Acción Nacional se abrió un zanjón que evidenció las profundas fracturas en ese partido. Ricardo “el ricki” Ponce, fue uno de los aspirantes. La decisión de nominar al candidato la tomó el que fue candidato a gobernador, Miguel Angel Martínez Espinosa. Enseguida, se cuestionó la propuesta de planilla y se armó una segunda escaramuza interna. Al cabo de esos reacomodos apareció en la segunda posición la maestra Idalia González de León, cuya posición le llevó a hipotecar una finca como aportación a la campaña.
En los días de campaña las diferencias se notaron en el equipo de López y salpicaron al equipo de la candidata a la diputación local, Luz María Velasco Robles. En reacción a ciertas críticas al tortuguismo de la campaña de Luz Velasco, ésta acusó al equipo de trabajo del ahora regidor. Una primera consecuencia sería ahondar más la división, inclusive posterior a la elección.
El resultado de la elección de julio del año pasado fue escandalosa para el PAN, a Idalia de León le aseguraron que habría suficientes votos para alcanzar ella la regiduría desde la posición dos de la planilla. A duras penas se pudo ganar la regiduría pluri para Saúl López.
Con una regiduría, la posibilidad para hacerse de una chamba, como asistente o asesor, se limitó casi a nada. En principio, cada regidor pudo disponer a uno de los suyos y fue ahí donde acomodó al “árabe” Alan Yamil. Esta decisión ocasionó el malestar de los pocos panistas que han sido leales al partido. Uno de ellos, Miguel González Guerra espero con paciencia largos meses y cuando sintió que los espacios se le cerraron, aceptó su retorno al diario Tribuna de la Bahía, la empresa de Fernando González Corona, en donde Miguel puede entrar y salir como Juan a su casa. Miguel hizo algo de talacha para López Orozco en la campaña y compartía tiempo laboral con la CPS donde trabajaba en el área comercial. Cuando cayó en desgracia y quedó sin empleo, víctima de las intrigas propias del emporio de medios masivos de González Corona, se acercó al regidor panista y también al regidor moreno, el ex panista, Luis Michel. Éste también lo bateó.
Con esos antecedentes, López Orozco se hizo presente el martes en la asamblea ordinaria mensual de AN. Tuvo el tino de redactar y presentar un informe de tres cuartillas. De dicho informe podemos rescatar el refrendo de hacer suyo los principios e ideales partidistas como “panista” y como “ciudadano” para mejorar la ciudad. Compartió algunos datos para dejar constancia de una sana comunicación y retroalimentación del desempeño como regidor emanado del partido. Dijo haber convocado a cuatro reuniones de la comisión de deportes y ser uno de los cuatro regidores que han entregado un plan de trabajo y tres sesiones ordinarias. Otras actividades han sido meses de trabajo con participación de universidades, asociaciones y organismos empresariales.
El regidor comisionado de deportes abraza su “compromiso con la comunidad deportiva del municipio es la propuesta ya aprobada por la Comisión Edilicia de Deporte para que se conforme un Comité Deportivo Multidisciplinario que atienda estas actividades y necesidades en las colonias en donde no hay unidades deportivas cercanas y con ello fomentar el rescate de espacios públicos, lo cual fue un compromiso de campaña que su servidor realizo con la ciudadanía en diferentes comunidades en donde nos presentamos”.
En el informe hace mención asumir una posición crítica a la nula información de las finanzas municipales y su rechazo a la solicitud de dos préstamos por 230 millones de pesos. Además, presume su rechazo “absoluto” al Presupuesto de Egresos 2019, además de dos iniciativas en las 52 sesiones del Ayuntamiento.
En resumen, “a poco más de tres meses de trabajo compañeros panistas quiero decirles que hemos recuperado la representatividad institucional y jurídica del Partido Acción Nacional en el máximo órgano de gobierno de nuestro municipio: El Cabildo”.
Al final, remató con un clamor “necesito de su confianza y de su apoyo. Estoy seguro que sabré mantenerlo porque todos los días me despierto con el objetivo de mantenerme como un hombre íntegro, coherente y honesto con muchas deseos de que juntos mejoraremos Vallarta por tu familia”.
Pero abrazar los idealismos y principios del partido no fue suficiente para revertir el ambiente hostil creado en el PAN contra al regidor. Son pocos los militantes que asisten con regularidad a las sesiones y son muchos los dedos de la mano de quienes tienen necesidad de alguna chamba. Pero esos pocos son combativos y hoy por hoy, no hay mejor villano que el regidor López Orozco. Las razones políticas también coinciden con las circunstancias políticas.
Revolcadero
En el transcurso de toda la semana, las noticias en todo el país, también en Puerto Vallarta fue la crisis de la escasez de la gasolina. En Nayarit, también. En los estados del bajío, Guanajuato y Michoacán, la situación es crítica. Ordenamos la memoria y nos quedamos con que luego de permanecer incomunicados una semana en un rancho al norte de Nayarit, cuando el miércoles 2 de enero agarramos el callejón, intentamos proveer de gasolina la camioneta y el despachador nos ofreció “solo verde”. Reanudamos la carretera federal 15 y en “El Mil”, poco antes de llegar a Rosamorada, hicimos un alto en la estación. No había gasolina. Seguimos la marcha y en la gasolinera de El Tamarindos por fin nos surtimos de tan preciado pero escaso líquido. Cuando salimos a la civilización nos dimos cuenta de la magnitud de la crisis de la gasolina. Nos han dicho y es cierto, que hay combustible, pero la torpeza de los funcionarios que rodean de Andrés Manuel López Obrador es tal que erraron en sus cálculos cuando diseñaron el combate a los huachicoleros.****** Y encima todo, acá en Puerto Vallarta los camioneros no tienen el cuidado cuando están al volante de las pipas que transportan gasolina para abastecer a las estaciones de la ciudad. En cuestión de horas dios pipas se involucraron en accidentes viales. Ahí se perdieron parte de la carga, de los 30 mil litros de gasolina confiados al chofer Chuy Macías. Pero bueno, acá no ha habido problemas como los que vemos en la televisión nacional. Por ahí se soltó la alerta de que una gasolinería estaba cerrada. Fue por otra causa. O mejor dicho, por culpa de Chuy Macías.****** La noticia local de la semana fue sin duda el desalojo de la “cartolandia” allá por la zona de las colonias Presidentes Municipales y Los Ramblases. Ya antes, a mediados de junio de 2013 ocurrió un primer desalojo de familias que ocuparon una parcela contigua a la gasera, por la carretera a Las Palmas. Siempre se dijo que la invasión de la “cartolandia” en plena zona urbana de la ciudad fue un hecho consumado por los mismos “promotores” de vivienda. En ambos casos, se ejecutó una orden judicial y la consecuencia fue la misma, decenas de familias se quedaron sin vivienda. Perdieron un bien familiar, pero al fin y al cabo un patrimonio no bien habido. Claro, duele a todos, más a las familias desalojadas, quienes de alguna forma también son víctimas de quienes orquestaron la invasiones. El ejemplo más crudo lo vivió la señora Marías Mendoza Nopal pues su hijo menor de edad, Antonio, sufrió una crisis epiléptica, quien fue auxiliado por socorristas capacitados del área de los bomberos del municipio.
