Apenas el lunes saludamos a Máximo Martínez Aguirre, uno de los “campeones” de toda la vida cuya incondicionalidad política está del lado de Gustavo González Villaseñor. ¿“No te vi en la fiesta de Andrés”? preguntó a bocajarro. Luego explicó que Andrés no invitó a nadie en lo personal y que un grupo de organizadores se encargaron de esa tarea. El aspirante priista y sus asesores querían evitar probables reclamos de priistas, amigos o conocidos no invitados al agasajo. Máximo Martínez, al estilo de su amigo Gustavo, los reitero que “el bueno” es Andrés pero guardó silencio cuando se le dijo que los “campeones” se mueven muy sospechosos y que ya le han hecho varias a Andrés. No supo decir por que ni siquiera Gustavo había ido a la fiesta. Hizo mas comentarios peor le cortamos con Máximo ahí.
Retomemos lo de la fiesta de cumpleaños de González Palomera. Fue el sábado primero del mes. Contrataron a dos bandas de Nayarit, Vaqueros y Banda Móvil. Ignoramos los miles de pesos en que se cotiza actualmente cada banda pero cobran por varias decenas de miles de pesos por presentarse. Los amigos de Andrés tienen una respuesta previamente elaborada: la música la puso Paco Pérez. Es decir que el gerente de la radiodifusora es el padrino, el obligado patrocinador financiero de Andrés. Esa es la tradición más sencilla. De la cerveza, pues que los amigos armaron la polla para pagarla.
El anterior es el punto del gasto. Lo realmente interesante es el resultado la asistencia y el impacto. Nos dicen que no fueron personas de impacto, no se empolvaron los zapatos los priistas de la elite. Si no va Gustavo González, deberá preocuparle a Andrés. Que vaya Máximo Martínez, resulta insignificante. La inasistencia del jerarca de la CTM, soñador quien pensó que Rafael Yerena Zambrano acudiría a la invitación pública. No irá con Andrés ni con invitación personalizada y menos cuando sabe que se trata de un evento político, el primero de la precampaña de González Palomera.
Los focos rojos se prendieron cuando pasaron las primeras horas de la noche y el enorme predio de Armando Villaseñor seguí desolado. La banda ya tocaba y los invitados no llegaban. A media velada se medio lleno el local de los bailes masivos. Nunca se llenó. Hace tres años cuando el apogeo de Andrés, cuando ya lo daban todos como el candidato oficial del PRI a la alcaldía, también le organizaron sus amigos fiesta de cumpleaños. Nos presumieron que asistieron no menos de cuatro mil invitados. Tres años después, los cálculos están lejos de esa cifra. Es solo un comparativo pero de algo puede servir. Al menos para los amigos del cumpleaños, para algunos priistas, con cifras a la vista, las expectativas no son las mismas.
No intentamos establecer que de las fiestas de Andrés, tomamos números para concluir que González Palomera ha vivido tres años en decadencia política. Sin embargo, a él le debe ser de mucha utilidad escuchar las lecturas de priistas que han ido en su proyecto. Sobre todo debe admitir que a muchos les falló y que por el otro lado, han sido otros contendientes suyos los que han dado resultados, o bien, han dado respuesta a sus peticiones.
Lo último lo exponemos por un invitad estelar a la noche del sábado. Hasta los críticos de Cesar Abarca Gutiérrez se qedaron con los ojos abierttos cuando el director del Seapa llegó con un´sequito de decenas de amigos. Cierto, iban a felicitar a Andrés como también es cierto que mayoría era empleados del Seapal. “Llegó Cesar con su gente, con todo su equipo…”, nos contó un amigo priista. Estaba en lo correcto. Los empleados del Seapal es gente de Cesar Abarca. Es su equipo, de trabajo en la paraestatal pero también activos promotores de las aspiraciones políticas del ahijado del ex alcalde y diputado local ahora, Gustavo González.
En dos semanas, Cesar Abarca ha provocado recelos entre priistas comprometidos con otras figuras del partidazo. También con su gente, con todo su equipo del Seapal, había desfilado por las mesas preparadas para el comeliton organizado por el ex alcalde Javier Bravo Carbajal, allá en su feudo del “Salón Cesar”. Las mejores fotos, las que se divulgaron en público y en privado, en medios de comunicación y en redes sociales, exponían la sonrisa de Cesar Abarca. Es mas, se puede defender que fue el personaje estrella en la fiesta de Bravo y también lo fue en la bailada de Andrés.
Un amigo priista nos platicó haber sentido a un Andrés frio y hasta decepcionado en su fiesta. Otro os dijo “mantiene un pie en el ORI y otro en otro lado, por así decirlo”.
Caray, no nos asombra lo último. Andrés debe saber que sus principales contendientes están en el PRI y son sus amigos, Gustavo no ha desistido de abrirse espacios, de construir aliados, de hacer todo tipo de trabajo social y político que le permita posicionarse. En idénticas tareas está Cesar Abarca. Aun mas, el diputad federal Rafael González Reséndiz no se duerme en sus laureles. Nos dicen que el representante del gobernador en el edificio de la UNIRSE, se cansó de saludar a la gente. Y sí, debe ser cansado y terminar hasta fastidiado saludar y abrazar a 500, a 1000, a 2000 a 3000 personas. El cansancio es doble si Andrés ve que por otro lado, al mismo tiempo sus amigos le hacen la competencia.
En otras palabras, Andrés ya lo cansaron sus propios amigos del PRI. Es un político, una fiera, que pronto pudiera reaccionar por sentirse acorralado, engañado, traicionado. Es una reacción natural, de condición sí, humana, pero también como de cualquier animal.
Sin duda Andrés no vive sus mejores tiempos en la política. Pero está ahí, terco, formado en la fila porque ese fue el compromiso de sus amigos y ahora sí espera le cumplan. Sabe que en el PRI es su última oportunidad y por saberlo, jamás ha derrumbado los puentes que lo unen al otro lado, a los partidos que en otros tiempos le han ofrecido la candidatura que el PRI le ha negado. No olvidemos que en el 2012 el Movimiento Ciudadano le ofreció ser su abanderado que en el 2006, el PRD estuvo a un tris de jalarlo. Salió de la fila solo en el 2009 por estar imposibilitado por sus funciones de regidor.
Nos reconfirman que la invitación por parte del MC se mantiene vigente y que cuando González Palomera se anime a dar el paso, lo recibirán como el líder que en el PRI no lo supieron valorar. Esa es una de las lecturas de los amigos de, que tanto desdén de los priistas, lo obligan a dar las gracias y buscarle por otro lado.
Revolcadero
De voz de Máximo Martínez Aguirre, aquel fugaz diputado federal por unas semanas al sustituir a Ramiro Hernández García, consignamos lo siguiente: Francisco “Paco” Sánchez Peña, ya tiene decidido su camino. Para entendernos, nos dice Máximo que el médico Paco lo buscó, dialogaron, y no precisamente para hablar de los precios del huevo y las tortillas. El médico le expuso su proyecto, planes propuestas, el trabajo político que ha venido realizando. Chucha cuerera que es Máximo, lo bateó, pero que le quedó claro una cosa: Paco será candidato a la alcaldía, independiente o por otro partido pero que no por el PRI. Máximo nos dio su respuesta: El priismo vallartense tiene uno, dos, tres, candidatos, y que nadie dejara pasar al medico de Las Palmas. No es buen augurio lo comentado por Máximo pues exhibe a un PRI, antidemocrático y excluyente, de líneas y modas gruperas, que cierra los espacios a quienes pretenden aportar algo a la sociedad.****** Al final, nos quedamos con una percepción: El Partido Revolucionario Institucional se acerca a un precipicio. Se configura una serie de condiciones que bien pudieran llevar aun escenario de renuncias de priistas. Por un lado esta Andrés González Palomera y por otro Francisco Sánchez Peña y quien desdeñe el potencial y capital político de Paco Sánchez, puede equivocarse. Las derrotas se marcan por este tipo de descalificaciones prematuras. Quien pretenda ser el abanderado debe someterse a procesos abiertos, equitativos, limpios, justos, de menos un proceso trasparente y ni antidemocrático y excluyente.**** Los que no se duermen en sus laureles son nuestros amigos del Movimiento Ciudadano. Por ahí leímos una serie de actividades sociales en colonias organizadas por los mochilistas y no mochilistas, personas ligadas al MC. Jaime Castillo y Gustavo Fong presentaron una función de cine (eso decía la crónica) en la colonia Independencia y la señora Silvia Álvarez y Lupita Guerrero se fueron a ensuciar sus zapatillas a la colonia La Esperanza de Ixtapa. No las asustó ni el espíritu del guante pero dejaron sin basura el enorme predio baldío ahí frente al corral de Roque Melchor. ¿Y los panistas? Bueno, ellos agarrados de la greña por un huesito ya sin color y sin sabor.
