Por Gerardo Sandoval Ortiz
“Ni madres cabrón, tu eres el responsable” le reviró Memo Salcedo a Arturo Dávalos cuando este intentó evadir dar respuesta a las quejas de un grupo de colonos y le ordenó a Memo atenderlos.
Aquel momento ocurrió después de un lunes que el presidente municipal les recriminó a los dos por desentenderse de un problema de colonos que reclamaron no recibir atención. Por ser lunes de reunión de gabinete, ahí estaba el titular de Servicios Públicos, Guillermo Salcedo Contreras, el segundo de a bordo de Dávalos Peña y los dos compartieron el jalón de orejas.
Días después, otro grupo de vecinos acudieron con Arturo Dávalos quien intentó culpar a Salcedo, aduciendo que él desconocía tal compromiso, y lo llamó para pedirle se hiciera cargo de solucionar el problema. Fue entonces cuando Salcedo Contreras soltó su expresión de enfado.
El pasado lunes el autor pudo ver a los dos personajes salir juntos del edificio del gobierno municipal en el centro. Dávalos saludó de manos pero Memo Salcedo se fue de lejos dibujando un tibio saludo en su rostro.
Los citados, han hecho carrera política junta, si acaso separado por unos cuantos meses, al inicio de la aventura en el Movimiento Ciudadano. Había sido primero Salcedo en unirse al proyecto de Ramón Guerrero desde los tiempos en el Partido Acción Nacional. Dávalos le fue leal a los Cuevas García hasta el último momento. Juan José Cuevas era, como lo es hoy en día, un acérrimo adversario del ahora presidente municipal. Arturo Dávalos siempre había sido, lo es ahora aunque con algo de distancia, del ex alcalde David Cuevas García, hermano mayor del diputado local panista. Sin embargo, Guerrero Martínez le hizo un ofrecimiento al que no se pudo resistir. Algo igual había ocurrido con Memo. Ganada la elección local, a los dos “El mochilas” les cumplió a cabalidad. Pero Memo se engolosinó. Metió en la nómina municipal a su familia, le provocó dolores de cabeza al alcalde y al propio Dávalos.
Hubo un compromiso el cual Ramón Guerrero ha intentado cumplir a pie juntillas con Dávalos. Desde siempre, para pirateárselo al “Peri Cuevas”, le propuso que a cambio del apoyo, él desde la alcaldía lo promovería a la candidatura en el 2015. Eso también propicia jaloneos al interior del equipo de colaboradores del alcalde pero mantiene firme su posición. Al menos no se sabe que haya ordenado retirar el respaldo al “Cepillo”.
Cuando los ex dominguistas tuvieron sus nombramientos sintieron que ya era suya la candidatura. Pero resultó que “El Cepillo” nomás no levanta y el primer en expresar su desaliento fue precisamente Salcedo Contreras.
Hoy en día, la relación de los dos viejos aliados está en punto frío. Primero fue la decepción del que también han dado en llamarle “La Mona”, por aquello de que en los dos últimos lustros solo ha servido, por sus pre calenturas, para preparar candidatos. En la chamba, ya no se pueden ver y si hay trato entre ellos, lo menos que existe es cordialidad. Personal administrativo y operativos, secretarias, han sido testigos de bochornosos momentos. Los gritos con ellos están a la orden del día.
Después del jalón de orejas que el alcalde les dio hace dos semanas Dávalos reiteró en su posición de desviar problemas a la oficina de Memo. Éste no aceptó los errores que a juicio de Salcedo han sido cometidos por Dávalos. Un incidente de esta naturaleza ocurrió casi al subir al elevador del edificio de la UMA y frente a muchos curiosos. En la última semana se han repetido los gritos entre ambos.
En los últimos días hemos escuchado con insistencia un comentario que puede ser razón de la distancia que Memo ha puesto respecto a Dávalos. Nos aseguran que la verdadera razón tiene que ver con una decisión que Salcedo ha confiado a sus amigos. Se trata de aventurarse él, no apoyar a Dávalos, en la carrera por la candidatura del MC a la alcaldía. En pocas palabras, que Memo hace esfuerzos para reunificar a los “dominguistas”, o más bien lo que queda de ese grupo, y a muchos los ha convencido de apoyar su proyecto político. Quienes están dispuestos a seguirlo creen la historia de que Memo es más popular que Dávalos y que si el MC puede ganar la siguiente elección es con Memo y no con Dávalos. (Parece ser que nadie se acuerda de aquella elección en la delegación municipal de El Pitillal cuando compitió Memo Salcedo y obtuvo tantos votos como para quedar allá por el quinto o sexto lugar).
Pero existe una verdad, Dávalos nomás no levanta en el ánimo de los vallartenses. Memo le ha repetido el comentario pero solo se ha ganado la animadversión de su amigo. El discurso de “yo tengo mas con que ser candidato”, lo repite con frecuencia Memo. “A ti siempre te sientan… yo si tengo huevos” le gritó en una ocasión. Como si Memo le estuviera leyendo aquella columna titulada “De Mona del PAN a Mona del MC” publicada un mes atrás en este espacio. El propio alcalde también parece dar muestras de estar desalentado, aunque ha preferido mantener cautela.
Así las cosas, la causa de fondo puede ser el recelo nacido entre uno y otro al aspirar ambos a la misma candidatura. Memo presume tener amarrado ya suficientes apoyos de sus amigos que del PAN emigraron al MC y con ellos buscar la silla presidencial. Quienes han atestiguado sus discusiones nos dicen estar seguros de que “las comadres ya se pelearon”.
A manera de cierre de opinión, no nos asombran los datos que nos proporcionan amigos cercanos a los dos personajes. Tampoco nos sería sorpresas que mañana los dos caminen agarrados de la mano por la calle. Ninguno regresará al PAN porque este partido ya no los quiere. Lo que sí es probable es que uno, o los dos, apoyen a un Juan José Cuevas en una futura elección. Al final, los dos son hechuras de David Cuevas García, y estarían ansiosos de que el pastor del Monteón les hable y los llame a participar en un proyecto político. Eso sí, para un escenario como el descrito arriba, el primero requisito a cumplirse es el desenlace del proceso interno de selección de candidatos del MC. Después de eso habrá noticias.
REVOLCADERO
Nos aseguran que ya es una decisión tomada, la del presidente municipal Ramón Guerrero mudar sus oficinas al edificio de la Unidad Municipal Administrativa. Si, que al edificio aquel que casi es la tumba del secretario particular del alcalde al inicio de la gestión del “mochilas”. Negros recuerdos le traerá a mente el abismo oscuro del hoyo del elevador al secretario particular. Preguntamos por las razones que mueven al alcalde para irse a despachar a la UMA y nos dijeron que se quiere librar ya de los enfadosos regidores. En resumen, que ya no tiene paciencia para aguantar los caprichos de varios de sus regidores, que a ellos los dejará en sus actuales cubículos para darles mas tiempo de observar las mansas aguas de la Bahía de Banderas.***** Nos reportan que el médico Paco Sánchez Peña no descansa en su activismo político y que en su agenda todos los días tiene compromisos con diversos actores de la vida política municipal. Que lo mismo se siente con amigos del PRI que con panistas o perredistas, o simplemente vallartenses de todos los sectores. El pasado fin de semana ofreció un desayuno a un grupo de mujeres. Además, que es uno de los pocos aspirantes a cargos de elección popular que se da tiempo para platicar con periodistas. Quienes procuran acercarse a otros actores, nomás no los hallan. Nos dicen que un Andrés González Palomera, Gustavo González Villaseñor, “El Peri Cuevas” se mueven como volando por las nubes. Cuando les llaman no contestan teléfonos u ordenan a sus asistentes atender las llamadas.***** Otro que por cierto instaló auténticas barreras en sus oficinas es el síndico Roberto Ascencio Castillo. Desde que empezó a despachar en su oficina ordenó colocar una cadena para impedir el paso a cualquier ciudadano. Dos secretarias atienden a quien pide audiencia. Luego los pasa con una asistente. Al final, es el síndico quien decide si recibe o no al ciudadano y por lo regular, ordena decir que no está en la oficina, que esa atendiendo a otras personas etc. y varios etcéteras. Una vez su personal llampo al arquitecto Arturo Cervantes, lo hizo esperar casi dos horas hasta que Cervantes García se enojó y se fue a su casa. Y eso que a él le llamaron. Total, que el abogado no entiende el principio de servir a su pueblo ni mucho menos aprendió la máxima electorera de despachar con las puertas abiertas.
