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Domingo, 10 Noviembre 2013 22:17

La nueva alianza de Humberto

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

A eso de las dos de la tarde del martes 5, con el tiempo encima, Carlos Murguía Cibrián intentó registrar su candidatura a la presidencia del Comité Directivo Municipal del PAN. Pero lo regresaron debido a la falta de algunos documentos. No pudo exhibir la carta de acreditar estar al día en la conservación de sus derechos, ni tampoco las fotografías necesarias. Tenía que hablar con el tesorero Fernando Peña para el trámite de la carta, luego dirigirse a un estudio de fotografía para obtener sus imágenes de emergencia.

 

Todo eran fallas menores y se antojaba fácil subsanarlas en cuestión de horas. El joven abogado le pidió a Dulce María Flores que le recibiera la documentación que en ese momento podía presentar con el entendido de que más tarde regresaba a cumplir con la tramitología.

Pero Carlos Murguía Cibrián ya no regresó, o mas bien, cuando volvió a la sede del partido, iba en calidad de porrista de Ricardo Ponce barría. A muchos sorprendió cuando a eso de las seis de la tarde lo vieron al lado del Ricky Ponce. Algunos detalles del momento ya han sido narrados en los últimos días pero hacemos referencia al momento para contextualizar lo ocurrido entre el momento que salió del edificio del PAN y la hora de su regreso acompañando al otro candidato a dirigir las riendas del blanquiazul.

Líneas arriba citamos el nombre de un funcionario del partido con ligas directas a los hombres del presidente municipal, Ramón Guerrero Martínez. Todos en el PAN saben que Fernando Peña fue en un momento el proyecto político de quienes en su momento se volcaron a apoyar a Ramón Guerrero. Puede ser coincidencia, pero apenas Carlos Murguía habló con Fernando Peña para pedirle la carta de derechos, recibió una misteriosa llamada a su celular. Fue poco después de las tres de la tarde. Quienes voltearon a verlo, nos dicen que se puso semi pálido y que debieron pasar minutos, más de hora, para recuperarse. Es un diálogo privado pero se supo mas tarde que el de la voz le ordenó desistir de su intención de registrarse y le dejó la advertencia  que si regresaba a completar el registro al siguiente día toda su familia estaría fuera de la nómina del Ayuntamiento.

No era necesario pensarlo dos veces. Con un “está bien” selló el compromiso. Se dirigió a su equipo de trabajo, les anunció que desistía de su aspiración y en quien tuvo confianza le amplió algunos detalles. Algunos de sus amigos lo apoyaron en su decisión de anunciar su adhesión a Ricky Ponce y otros simplemente se hicieron a un lado.

Entre las tres y las seis de la tarde recibiría nuevas y precisas instrucciones, la más importante, la obligación de acompañar a Ricardo Ponce a su registro. Su declinación debía acompañarse de discursos donde enfatizara las coincidencias de proyectos. Como mensaje de buena fe le dijeron que llevara música de banda y que del pago no se preocupara.

Cumplió a cabalidad cada una de las instrucciones. En plena tarde del martes 5 todo el panismo tradicional festejaba la noticia. El bando contrario, el grupo que impulsa a doña Olivia González encendieron luces de alerta y se apuraron a revisar el nuevo escenario.

Pero retomemos el tema principal. La parentela de Carlos Murguía Cibrián que labora en la administración municipal es de suma importancia para la economía de la familia. Ahí trabaja la maestra y madre de Carlos junior, Carina Cibrián Ruelas, quien se desempeña como asesora del alcalde; también trabaja, ella en el DIF, Karina Nicté Ha Murguía Cibrián, hermana del malogrado candidato; la tía Elisa Ramírez Ruelas es la jefe de la oficina de pasaportes; la prima Gladys Elisa Gutiérrez Ramírez trabaja en la oficina de turismo y el primo, Carlos Gutiérrez Ramírez es empleado en Tránsito Municipal. Nicté Priscilla Gutiérrez Ramírez mantiene su chamba en las oficinas regionales del Instituto Mexicano del Seguro Social, una de las varias plazas que hace tres años consiguió el ahora alcalde Ramón Guerrero.  El primo político, Agustín Ortiz es del staff principal de asesores del alcalde. Habría que agregar la versión que apunta en el sentido de que el propio Carlos Murguía López, padre de Carlos Murguía Cibrián, es “asesor externo" del alcalde.

Si todo eso estaba en juego y recayó en la responsabilidad de Murguía Cibrián es entendible haber preferido hacerse a un lado y ceder a las presiones.

Aunque desde semanas atrás ya existía una declarada campaña interna, cuando apenas está por cumplirse una semana de hostilidades, se pueden observar factores que inciden en el escenario momentáneo del PAN Vallarta.  Los dos frentes revisan los escenarios y tratan de obtener números. Los panistas enmochilados aliados al Ricky Ponce nos dicen estar muy arriba en las preferencias de los 400 militantes activos del PAN.

El pasado viernes, los del equipo de operación de Olivia Pérez de González se reunieron con ciertas prisas para  revisar sus propias canicas. Dedicaron el tiempo a revisar la alianza de Ramón Guerrero con sus enemigos, el panismo que apoya a Ricardo Ponce. Creen que el impacto no tan solo será irrelevante, sino que tendrá el efecto boomerang. 

Días atrás citamos cifras favorables al Ricky Ponce. Una semana después ofrecemos números que, no es que una semana movió conciencias, sino que provienen de fuentes distintas. El equipo de Olivia Pérez calcula que la unión del alcalde con Ponce Ibarría da para amarrar 140 votos pero que ellos, los olivistas, tienen asegurados 190 votos. El resto de los 400 votos es el margen de maniobra, el paquete por el que se dará la disputa en las siguientes tres semanas.

La elección interna en el PAN está en proceso. Ya para el fin de semana los panistas se sorprendieron al ser enterados de un tercer registro. Se trata del oriundo de Tomatlán, el mismo que por varios años se desempeñó como jefe de la DRSE y acusado de nepotismo. El señor eligió un discurso inteligente, al argüir que como panista ninguno de los dos candidatos garantiza la unidad del panismo y que quien surja ganador más va a dividirlos. Sin embargo, Nestor Tello no cumple requisitos para competir, sobe todo el que exige al aspirante tener al menos un poco de residencia en el municipio.

Pero Nestor Tello es un factor de menor influencia que el factor alcalde en el proceso interno. Ramón Guerrero ha podido establecer una alianza de facto con Humberto Muñoz Vargas, pues los dos coinciden en trabajar para el proyecto de Ricardo Ponce. A los dos los motiva la misma razón; Detener por cualquier medio al diputado local Juan José Cuevas García. Si esta alianza temporal prospera harán ganar con toda la contundencia al Ricky Ponce. Pero si ocurre el efecto boomerang, el proceso se tornará interesante y los momios podrían cambiar drásticamente.

REVOLCADERO

Bien, apenas en el párrafo de arriba establecimos que para efectos de la campaña interna que llevan a cabo los panistas ya se dio una alianza de facto entre dos personajes que por años han tenido posiciones encontradas. Esos personajes son el alcalde Ramón Guerrero y el regidor Humberto Muñoz Vargas. Chocaron en el PAN pero ahora, con el alcalde fuera de ese partido, dentro del propio PAN vuelven a coincidir en un proyecto representado por Ricardo Ponce. A eso le llamamos alianza de facto. El regidor posiblemente rechazará estar trabajando en coordinación con el alcalde. No miente que cada uno trabaja por su lado y con su propia gente. Pero de que tienen a la vista el mismo objetivo, lo tienen. ****** Que ya se juntaron en un café del centro de la ciudad el regidor Humberto Muñoz Vargas con Olivia Pérez de González. El regidor rechazó cambiar de candidato y apoyar a la señora. Desdeñó el tema de la alianza de los mochilistas aunque a lo más que contrapuso, fue hacer un esfuerzo de todos los militantes para construir una candidatura de unidad. Pero ninguno de los dos se animó a exponer la gran pregunta, la de “¿y quien sería el candidato?”.******  Al final pudiéramos ver algo de luz sobre la probabilidad de que en ese coyuntural pacto, considere el apoyo a Muñoz Vargas para ganar una nueva elección y ser consejero estatal. Esto lo convertiría en consejero vitalicio del PAN Jalisco. Los candidatos de este bloque serían, asómbrese usted, el regidor y Carlos Murguía Cibrián. En esta elección, el militante tiene derecho a dar dos votos. Mas allá de ser un punto negociado nos resulta difícil hasta creerlo. Una cosa es ir el primero de diciembre a votar por el Ricky Ponce y algo casi imposible, ir después a votar en una misma elección por Muñoz Vargas y por Carlos Murguía. Más bien, creemos que, en la eventual existencia de un pacto, para cuando vayan a elegir consejeros estatales, nadie va a respetar el acuerdo. ***** En el nuevo PAN, ya todos perdieron principios e ideologías y todos se mueven anteponiendo sus intereses personales y de grupo. Esto propicia que de una elección a otra, los aliados se separan y se combaten entre todos. No hace ni dos años que Muñoz Vargas trabajaba de la mano de Juan José “el peri” Cuevas y ahora van uno contra el otro. Muñoz Vargas se ha identificado acérrimo adversario de Ramón Guerrero pero ahora coinciden y juntan sus canicas para hacer ganar a Ricardo Ponce. En una de esas vemos al alcalde tomado de la mano del “peri Cuevas y juntos pidiendo el mismo voto.

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