Los encargados de borreguear a las huestes bravas fueron Héctor Fuentes, Ángel Cruz, David de la Rosa y Juan Pablo García. Hicieron bien su trabajo de coordinación. El último asumió su compromiso a cabalidad pues dos meses antes había podido desplazar de la CNOP, jugada atribuida también a Bravo, a Aldo Gómez Pérez y todavía se mantiene inamovible. Los bravos llegaron a la capital del estado, desayunaron algo rápido y se fueron directos a la asamblea estatal. Con los gritos de los bien azuzados vallartenses, sobre todo la turba que David de la Rosa reunió de Ixtapa y Mojoneras, no enfrentaron oposición y lograron traerse la ratificación de Elisa Ayón para tirar a Marco Antonio Bernal.
Bravo no supo advertir que había ayudado a crear un monstruo, el mismo que algunos meses después lo devoró, a él su familia, a tal grado de eliminarlo de la política local y estatal. Cuando el ex alcalde intentó a su vez imponer a su hermano Iván “el tigre” Bravo al frente de la CNOP, Elisa Ayón se opuso, desconoció a Iván Bravo y ratificó la continuidad de Juan Pablo García Castillón. Éste último había sido hombre de todas las confianzas de Bravo pero también chocó con Bravo.
Elisa Ayón Hernández era una auténtica desconocida cuando apareció como dirigente estatal del sector Popular del PRI. Algunos de sus familiares y amigos, entre ellos el actual gobernador Aristóteles Sandoval y su primo, el ahora secretario de Educación, ex secretario general del ayuntamiento tapatío y ex gobernador interino, Francisco Ayón López, la impulsaron.
Francisco Ayón, fue quien al final le pidió renunciar a la secretaria general del CDE del PRI y pedir licencia a la regiduría en Guadalajara por el escándalo de los panteones. Paradójicamente, el caso de los panteones, cavó la tumba política de Elisa Ayón. En una grabación la dama grita, amenaza, reclama parte de las “mochadas” y revela negocios turbios de funcionarios municipales. Redestapó la cloaca de la corrupción imperante en el gobierno de Ramiro Hernández García y ella pagó las consecuencias.
Como muchos otros alcaldes vallartenses Bravo Carbajal pensó que desde Guadalajara podía abrirse brecha para escalar en la política estatal. Cuando Elisa Ayón y sus amigos la plantearon la posibilidad de tomar por asalto al sector Popular le gustó la idea. El trabajo lo harían los cenopistas de Puerto Vallarta pues en la capital del estado carecían de fuerza política. En los camiones pagados por Bravo que de la unidad deportiva La Lija partieron a Guadalajara, iba la crema y nata del equipo de Javier Bravo. Directores de todas las dependencias hicieron el viaje. El jefe los mandó. El trabajo no fue gran cosa.
Con poca inversión, Bravo sintió ser el conquistador de Guadalajara y estar abriéndose las puertas de la política. Se sentía con todo el poder en Vallarta. Nadie se le atravesó cuando con el regidor en ese entonces, Juan Pablo García Castillón se hizo del control del Sector Popular. Fue en septiembre del 2008. Aldo Gómez Pérez, uno de los hijos del legendario jerarca dela Canacope y de la CNOP priista, Memo Gómez, intentó rebelarse pero no pudo.
Terminó su gestión al frente de la presidencia municipal y las aspiraciones de Bravo eran de largo alcance. Pidió, y Elisa Ayón consintió, la Secretaria de Organización de la CNOP Jalisco. Los dos era uña y carne. Desde esa posición Bravo estuvo atento a los tiempos del término de mandato de García Castillón en la CNOP Puerto Vallarta. Su idea fue imponer a su hermano Iván “el tigre”. Pero acostumbrado a ser él, hacer y deshacer, Javier no cuidó las formas. Ordenó a su estilo a García Castillón hacer los preparativos. Éste solo preguntó si sabía y estaba de acuerdo la dirigente estatal. Dijo que si pero era mentira. El aun dirigente pidió indicaciones a Guadalajara y Elisa Ayón fue la primera sorprendida. Era la dirigente estatal, la jefa de Bravo, y éste no pidió permiso. El 30 de julio de 2011, Bravo hizo su asamblea, elijen y toma protesta Iván, sin el visto bueno de la dirigencia estatal.
En aquella asamblea de los bravos, calificada de espuria e ilegal por Elisa Ayón, se abrió el zanjón entre Bravo y Ayón. La señora vino días mas tarde y declaró a la prensa lo ya sabido. El dirigente dela CNOP en Vallarta es Juan Pablo García Castillón, dijo. La morralla de Bravo iba a su extinción.
En su momento el autor publicó detalles ocurridos en los días previos a la asamblea del 30 de julio del 2011. Ha sido la última de la CNOP. Cuando se enteró Elisa Ayón, cual matriarca y al estilo priista, se enojó. Regañó a García Castillón con palabras de su propio castellano, le ordenó no presentarse a la asamblea. Juan Pablo le dijo que todo lo hizo Bravo, que le había afirmado tener órdenes de ella, y añadió que él sí iría, más por respeto a sus amigos que a Bravo. Todavía el día de la asamblea cruzaron llamadas, se repite la misma orden: no vayas a la asamblea Juan Pablo. Con el compromiso personal a cuestas, por respeto al compadrazgo con Bravo, el dirigente local acude a la asamblea. Ellos dos sabían que la asamblea se constituyó ilegalmente y que al final no iba a proceder la elección del nuevo dirigente. Y así fue.
Al día de hoy, Juan Pablo García sigue al frente del sector Popular. Espera de indicaciones de Guadalajara. En mayo pasado, el senador Jesús Casillas relevó a Elisa Ayón. El poder de la dama ya no existe. Casillas dará la orden de iniciar el proceso de renovación.
Nadie sabe a ciencia cierta de las causas de la parálisis en la que se encuentra la CNOP. Sin embargo, una explicación puede ser lo siguiente. En la primera semana de octubre del 2011, diez días después del frustrado madruguete de Bravo, el dirigente local del sector acudió las reuniones de todos los martes de la dirigencia estatal (desde que salió Elisa Ayón ya no se convoca a dichas reuniones). Rindió su informe de actividades generales y al final, García Castillón sorprende a todos, más a Elisa Ayón, al presentar su renuncia con carácter irrevocable a la dirigencia en Puerto Vallarta.
Este dato último dato nadie lo ha sabido y en buena medida contiene razones del porque Elisa Ayón decidió congelar toda idea de renovar la dirigencia del sector en Puerto Vallarta. La dama recibió el oficio, habló con el firmante, hizo sus comentarios cortos, sus confesiones y sugerencias finales. Es decir, desde octubre del 2011, la CNOP no tiene formal dirigente pues, García Castillón presentó su renuncia pero su dirigente estatal se la guardó y jamás convocó a la renovación de su comité directivo local. No lo hizo por temor a que la morralla brava tomara por asalto la asamblea municipal y se quedara con el membrete.
Así las cosas, el primer pendiente es la renovación de la dirigencia del CDM del partido y de inmediato vienen otros cambios en los sectores, incluyendo en la CNOP. Esa es la información obtenida por el autor en los últimos días y los tiempos encajan.
REVOLCADERO
El regidor Otoniel Barragán Espinosa tiene en precampaña todo un equipo de activistas sociales y políticos en la zona rural de los municipios de Cabo Corrientes y Tomatlán. Como algunos son empleados municipales, todos los fines de semana aprovechan para recorrer poblados y rancherías para difundir el mensaje preparado por el regidor del Partido del Trabajo. Dedican cando menos media hora a cada persona que abordan. Hablan de las bondades, también de la generosidad de propuestas que Otoniel Barragán, del Tlatoani recibido, y de todos los logros que como regidor en Puerto Vallarta ha hecho el regidor. Otoniel busca ser candidato a diputado por el PT y nos dicen que nadie le hace sombra. Nos cuentan sus operadores que ya localizaron al prospecto hasta para la alcaldía de Cabo Corrientes. Les podemos adelantar que en esas campañas de los sábados y domingo, participa alguien muy cercano al síndico Roberto Ascencio Castillo. Los mal pensados pueden concluir que el síndico salta del MC al PT, pero no les aseguramos que sean certeros.****** El Partido Acción Nacional ya cerró sus registros y en total tendrán a derecho a participar y votar por su nuevo dirigente, 361 militante de ese partido, equivalente al 90 por ciento de la membresía. De acuerdo al último padrón son 402 activos, pero recién fallecieron dos y quedaron 400 militantes. Faltan tres días de la asamblea municipal y dos que tres panistas aun sienten que se les va la vida y le temen hasta su sombra; sacan el machete a todo el que creen enemigo y los asusta todo el que se mueve y se les pare enfrente. Ni modo, así entienden ellos la democracia y todo es respetable.***** Como que Ixtapa no llegan las bondades de la concesión del alumbrado público. Las principales aterías suelen estar a oscuras. Nuestros amigos de Banus nos reportaron que las últimas noches su avenida de ingreso permanece negra, cual boca de lobo, pues nomas no encienden sus lámparas. Eso si, desde la tarde del martes los amigos de Las Flores, sobre todo en las inmediaciones del panteón están de fiesta. Les gustó que el alcalde Ramón Guerrero les arregle otra calle. Bueno, hasta Chuy Sánchez el del Colorado aplaudió.
